Rehabilitación de la voz

 

Tras la extirpación de la laringe, la persona afectada se queda inicialmente sin voz, al haberse extirpado con este órgano también las cuerdas vocales. El objetivo de la rehabilitación de la voz es encontrar una voz sustitutiva adecuada para la persona afectada.

La capacidad de comunicarnos es una de nuestras necesidades básicas. Recuperar esta capacidad y, por tanto, la participación en la vida social cotidiana es, por lo tanto, un objetivo central de la rehabilitación. Hay diferentes formas de crear una voz, pero ninguna de ellas se corresponde en absoluto con la voz propia anterior. De ahí que, durante la rehabilitación vocal, sea importante un análisis expreso del cambio del sonido de la voz y del cambio de parte de la personalidad que ha conllevado. Se dispone de cuatro opciones comunes y bien asentadas para la rehabilitación vocal.

Opciones de rehabilitación vocal

 

El seudosusurro no es solo una forma de rehabilitación vocal: también proporciona simultáneamente la base para la adquisición de otras dos opciones vocales.

 

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En la voz esofágica, el aire de la boca se aspira o empuja hacia la parte superior del esófago.

 

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Este método utiliza un dispositivo electrónico para producir un sonido de fonación.

 

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La prótesis fonatoria es un dispositivo con una pequeña válvula que se coloca entre la tráquea y el esófago en la llamada fístula.

 

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Las formas de voz sustitutiva adecuadas para cada paciente se deben decidir individualmente con la persona afectada. Entre los factores decisivos para tomar esa decisión, están la magnitud de la laringectomía quirúrgica, la situación vital del paciente y el estado general de salud de la persona afectada.

 

Por supuesto, los afectados no tienen que tomar esta importante decisión solos. En las conversaciones con el médico y el logopeda, se explican y presentan las distintas opciones de rehabilitación vocal. A continuación, se decide junto con la persona afectada cuál de las variantes es la más conveniente. El médico tiene en cuenta esta decisión, en la medida de lo posible, durante la operación (por ejemplo, insertando una prótesis de voz). En la terapia logopédica posterior, se adquiere conjuntamente la nueva forma de comunicación. En estrecha colaboración entre logopedas, médicos y proveedores de recursos se coordina con criterio el suministro de recursos y la terapia más adecuados para cada paciente.

 

La atención individual al paciente con recursos basados en sus necesidades es fundamental para la rehabilitación de la voz. Puede facilitar la fonación y mejorar significativamente la calidad de la voz.