¡Ni un mareo!
¿Viajar con traqueotomía y alimentación por sonda? Con la preparación adecuada es posible.
A Kurt Mayr siempre le ha gustado viajar. Al principio, eran vacaciones normales. Dos semanas pedaleando en Hungría o un viaje en avión a las islas griegas. Tras un diagnóstico de cáncer, tuvo que cambiar un poco su vida, pero al final sus viajes se prolongaron mucho más.
En mayo de 2019 se le diagnosticó a Kurt Mayr un carcinoma de suelo bical y le operaron en junio. Hubo que extirparle partes de la lengua y de la mandíbula, así como un ganglio linfático del lado derecho del cuello. Recibió un implante mandibular, «un excelente trabajo del equipo de cirugía maxilofacial del KUK-Linz», afirma entusiasmado el Sr. Mayr. A la radioterapia le siguió la asistencia logopédica y, con el paso de los meses y mucha práctica, pudo volver a hablar. También mejoró cada vez más la ingesta de alimentos. Incluso pudo reincorporarse al trabajo. Su vida volvió a la normalidad hasta cierto punto. El informático también viajaba con frecuencia por motivos de trabajo. En nombre de la empresa austriaca del sector de la construcción para la que trabajaba, viajó, p. ej., a Europa del Este, con el objetivo de ampliar el departamento de informática.
Por cuenta propia, reanudó sus viajes de descubrimiento: fue a España y Portugal, y visitó las ciudades de Londres, Hong Kong, Vancouver y Nueva York. Le entusiasma especialmente la arquitectura de los países extranjeros. No obstante, a Kurt Mayr también le interesa la cultura de las distintas sociedades y le fascina conocer nuevos paisajes. No obstante, también conoció cosas negativas. Por ejemplo, no volvería a viajar a «destinos de fiesta», como él los llama. Por ejemplo, a Playa del Carmen, en México. «Solo ruido y borrachos por todas partes», explica. El Sr. Mayr se mostró muy entusiasmado con un viaje de estudios a Irán y otro a Ceilán. Ambos los hizo con su esposa en forma de excursiones en grupo.
Más tiempo gracias a la jubilación
Sin embargo, a principios de 2022 hubo otro momento crucial. La placa implantada en la mandíbula había perforado la piel en una zona amplia, por lo que fue necesaria una corrección. Por desgracia, el proceso de cicatrización no fue tan satisfactorio y finalmente hubo que retirar la placa por completo. Como la lengua también retrocedió demasiado, se le practicó una traqueotomía. Tras ello, solo podía alimentarse a través de una sonda gástrica, así que la jubilación en agosto de 2022 fue una consecuencia lógica de la enfermedad.
«Pero», pensó Kurt con optimismo, «así tendré más tiempo para viajar».. Sin embargo, primero había que aclarar el «cómo». «Al fin y al cabo, tengo que llevar los alimentos por sonda conmigo, y no cuento con que siempre estén disponibles», explicó. Viajar en avión era ahora imposible. Así que él y su mujer tuvieron la idea de irse de crucero. Antes, sin embargo, había que redactar un informe sanitario exhaustivo para la compañía naviera. Al parecer, a esta le preocupaba la seguridad, por el riesgo potencial para la salud.
La confirmación tardó en llegar tres meses y entonces por fin pudieron comenzar los preparativos del viaje. Una cantidad suficiente de recursos era, por supuesto, prioritaria para estar continuamente bien abastecido durante el largo viaje. Para un viaje de cuatro meses, los alimentos por sonda, en particular, ocupan mucho espacio. Así que Kurt Mayr reservó sin más un segundo camarote como despensa.
Estable durante los cruceros
En este viaje, la pareja tuvo varios puntos culminantes. En cualquier caso, destacó Río de Janeiro y el Pan de Azúcar. «Río transmite una tranquilidad sencillamente maravillosa», afirma con emoción el jubilado. «Pero también Ushuaia, la ciudad más meridional del planeta. Sin embargo, allí era el clima era muy severo, con las ráfagas de viento a veces tan fuertes que ya no se podía caminar», continua.
Naturalmente, la estabilidad en todas las condiciones meteorológicas es una cuestión importante no solo para el propio buque, sino también para los pasajeros. Los redactores de SCHON GEHÖRT quisieron pedirle algún consejo para combatir el mareo o no perder el equilibrio en el vaivén de la cubierta de un barco. Como medida profiláctica, había comprado cintas de acupresión, pero no habían necesitado ningún medicamento contra el mareo. Kurt estaba satisfecho de su buen sentido del equilibrio: no se marearon en absoluto durante el largo trayecto. Sin embargo, durante este viaje tuvo ligeros remordimientos de conciencia. Sí, eran conscientes de que un crucero de ese tipo emitía muchos contaminantes. Por otro lado, la naviera invierte grandes sumas en la conservación de las costas, y los alimentos no consumidos se donan a personas necesitadas. Opina que, después de todo, algo es algo.
Para Kurt Mayr, los cruceros son sencillamente la mejor forma de viajar en su actual situación vital. Mientras se encuentre bien por lo demás y pueda seguir recorriendo mundo, naturalmente no quiere prescindir de ello. Por eso ya ha reservado el próximo viaje para principios de 2024: la pareja ya ha demostrado su resistencia en el mar.
Kurt Mayr, 63 años
Desde su traqueotomía en mayo de 2023 recibe sus suministros de la filial austriaca de la FAHl. Elogia la excelente asistencia y, por lo demás, describe la empresa como competente, fiable y rápida. Además de su pasión por los viajes, Kurt Mayr también es un entusiasta de la fotografía, que le gusta utilizar con fines de documentación. Las fotos mostradas son todas suyas.