EQUILIBRIO DEPORTIVO

A Jan Justus le encantan los retos, sobre todo los físicos.

Al atleta le gusta superar sus límites, ponerse a prueba, pero sin exagerar: es importante que mantenga el equilibrio. Ya ha probado algunos deportes, incluso después de la laringectomía.

De hecho, no descubrió el deporte hasta los 40 años. Fue entonces cuando empezó a surfear. A los 50 aprendió a esquiar y a los 71 empezó a volar en parapente. «Me interesa superar mis límites, probar cosas nuevas. Además, quiero mantenerme en forma».. Algo que se aprecia claramente en este atlético jubilado. Relajado y de buen humor, sentado frente a nosotros en su piso, nos cuenta su historia. En 2019, a los 73 años, llegó ese momento de inflexión en su vida: tras una ronquera prolongada y, por desgracia, también una evaluación errónea, se le diagnosticó cáncer de laringe. En aquel entonces, se enfrentó a una decisión difícil: ¿extirpación total de la laringe (laringectomía) o solo extirpación parcial con radioterapia? Optó por la laringectomía. La víspera de la operación fue muy dura: le costaba respirar y estuvo despierto toda la noche. Durante todo este tiempo, su esposa fue un importante apoyo y ayuda. Jan Justus asegura que, sin ella, no lo hubiera soportado tan bien.

 

En aquella época, su buena forma física ayudó a Jan Justus a recuperarse relativamente rápido. Desgraciadamente, después de la operación tuvo que abandonar el surf. Estando traqueotomizado, hubiese sido demasiado peligroso. Sin embargo, sigue practicando el parapente y el esquí, ambos en Austria. Durante la práctica deportiva, lleva un apósito con HME y un pañuelo para proteger el traqueostoma. En invierno, la ropa de protección es a veces más gruesa. Si inspira mucho aire frío y seco al hacer ejercicio, lo compensa después con muchas inhalaciones.

 

La fuerza mental es el requisito necesario

La fuerza mental es esencial en el parapente, nos dice Jan. La capacidad de concentración es lo más importante en este deporte. Un buen estado físico solo se requiere al volar mayores distancias o hacerlo tumbado. Pero él vuela en su parapente exclusivamente sentado. Además del manejo técnico del artefacto, es elemental el conocimiento de la meteorología y las térmicas. Al mismo tiempo, nunca se debe perder de vista el entorno, lo que requiere mucha atención. Además del parapente, el paracaidismo se sumó en algún momento a las aficiones de Justus. Previamente, realizó pruebas en el túnel de viento, durante el llamado Indoor Skydiving. Esos 6 minutos de ingravidez le parecieron fantásticos. Sus amigos habían afirmado, escépticos, que era imposible que soportara esa situación con su agujero en la garganta. No obstante, se había preparado a conciencia (como siempre); incluso se había protegido doblemente el traqueostoma, por lo que la prueba transcurrió sin contratiempos.

 

En su opinión, siempre hay que probar los retos deportivos antes de descartarlos categóricamente. Por supuesto, sería insensato emprender precipitadamente una nueva aventura. Él mismo siempre se informa antes detalladamente sobre cualquier deporte y estudia la teoría con el mismo empeño que la práctica. Pero en principio no quiere dejarse limitar por nada. Para él es importante mostrar y demostrar lo que es posible, incluso sin laringe y en la vejez. Así, sus excepcionales actividades deportivas, no excluyen el raciocinio, un compañero que le impulsa a buscar siempre el término medio. «Tienes que conocer y aceptar tus límites», nos explica Jan Justus. Esta es también su premisa al practicar el esquí de montaña, que redescubrió hace algún tiempo. De hecho, sus compañeros más jóvenes van mucho más deprisa y tienen más aguante que él. Le gustaría seguirles el ritmo, pero se controla. En lugar de llegar al máximo en un deporte concreto, prefiere invertir su tiempo en otros deportes nuevos o viajes a países hasta ahora desconocidos para él.

 

Jan Justus, 77 años 

Prefiere viajar, pero también tiene algunas aficiones «tranquilas»: un poco de jardinería, cuando el tiempo se lo permite, y la lectura, preferiblemente en el idioma original. También es un miembro activo del club de ajedrez local. Está muy satisfecho con la empleada de FAHL que actualmente tiene asignada. Cuando piensa en la empresa FAHL, le vienen a la mente las palabras «material», «servicio» y «excelencia».

Los viajes son como las especias

Después de todo, viajar es, junto con el deporte, su segunda gran pasión. Le ayuda mucho hablar con fluidez 5 idiomas. «Los viajes son como las especias», afirma. «En Alemania estamos bastante limitados en este aspecto: sal, pimienta, pimentón, y ya está». En otros países se utilizan muchas más especias, con lo cual la comida tiene sabores aún más interesantes y, sin abandonar la comparación, vuelve también los viajes más gratificantes. El año pasado Jan Justus y su esposa estuvieron en Camboya y Tailandia; el año que viene quieren viajar a la India. Lo único que le preocupa un poco es la higiene en esos países, por lo que generalmente prefiere utilizar agua potable comprada para limpiar su cánula.

Si Jan Justus estuviera en casa más a menudo, podría imaginarse trabajando como cuidador de pacientes. Para él es importante dar ánimos a otras personas con un diagnóstico similar. Su lema es «La autocompasión no beneficia a nadie». «Tienes que concentrarte en ti mismo, aceptar la realidad, asumirla y creer en ti mismo». El propio Jan Justus es el mejor ejemplo de lo que es posible a pesar de una discapacidad.